Máquinas chinas para fabricar ladrillos y baldosas Viaje de desarrollo
El ladrillo y la teja es un producto natural de la integración del suelo, agua, aire y fuego. Tiene su origen en la naturaleza, se sublima en el fuego, crece en el choque cultural, es brillante en arquitectura, predica en la experiencia del milenio, acumula la cultura del desarrollo histórico humano, y es el portador de la vitalidad cultural. Nacieron los ladrillos y tejas chinas 5000 hace años que, que fue testigo de la producción y la vida, cambios sociales y el auge y la caída de las ideas artísticas en China, formado inherente de China “cultura de ladrillos y tejas” características, creó muchas grandes maravillas de la civilización arquitectónica humana, y dejó brillantes excelentes huellas históricas y culturales.
La gran muralla china en la antigüedad tiene una historia de más de 2000 años. Todavía se encuentra en la tierra de China a través del viento y la lluvia.. Se ha convertido en un monumento histórico inmortal de la nación china y el orgullo de la civilización humana.. Es como una enciclopedia que contiene la historia y la civilización de la nación china durante más de 2000 años, llevando la importante tarea de heredar la historia y la cultura. Muchos años después, la Gran Muralla sigue en pie con orgullo. Los años le dan una belleza implícita. A través de la Gran Muralla, podemos explorar la connotación cultural oculta de la política, economía, militar, literatura, estética, costumbres populares, arquitectura y otros aspectos.
Estamos conmocionados por el magnífico impulso de la Gran Muralla., pero a menudo ignoran el importante portador del hermoso paisaje de la Gran Muralla – Ladrillo Qin. Es la calidad del ladrillo Qin lo que hace que la belleza de la gran muralla y la belleza de la arquitectura china. En la antigua China, la producción de ladrillos y tejas experimentó una serie de cambios. Durante el Xia, Dinastías Shang y Zhou, la segunda revolución tecnológica de los ladrillos se completó bajo los auspicios de la “cien trabajadores” y la producción de grandes artesanos. Después de las dinastías Qin y Han, el centralizado “Sikong” la organización se encargó de ello, y la producción de ladrillos y tejas fue estandarizada gradualmente por los talleres especiales de hornos oficiales.. La restricción legal de “Wu Le Gong Ming” ha alcanzado la calidad de ladrillos y tejas, creó un milagro de la arquitectura china, y continuó la herencia de la cultura tradicional china. Este Dia, cada vez que vamos a Xi'an y Nanjing, mirando los antiguos ladrillos y tejas con huellas desgastadas pero más marcas históricas, “memoria”, “nostalgia” y otras palabras surgen espontáneamente. Realmente siento historia, cultura y vida. Desde la antigüedad hasta el presente, de sur a norte, Los ladrillos y tejas chinos han pasado por el viaje civilizado de China y se han convertido en una parte importante de la espléndida cultura de la antigua China.. Sin que “Ladrillos Qin y tejas Han”, no habría una gran muralla. por supuesto, si miramos el mundo sin ladrillos ni tejas, no habrá capital romana antigua ni ciudad de ladrillos en Londres. No tendremos la oportunidad de apreciar el clásico. “0 ° longitud” del Observatorio de Greenwich, y no tendremos la oportunidad de escuchar los discursos de aceptación de Mo Yan y Tu youyou en el salón del templo de Estocolmo. Añoramos el Coliseo de la antigua Roma, pero no sabemos que el patrimonio cultural de este antiguo edificio se destaca a partir de ladrillos y tejas. Ladrillos y tejas registran la vida de los antiguos nobles y civiles romanos, sus actividades, sus leyes, y restaura la gloria de la antigua Roma para nosotros. Quizás haya algunas diferencias en las formas de expresión de los ladrillos y tejas debido a las diferentes nacionalidades y regiones., pero es precisamente por esta diferencia que se forman los colores distintivos nacionales y locales. Por lo tanto, los ladrillos y las tejas son portadores intuitivos de la herencia y formas de expresión de la cultura tradicional y las características nacionales, y tienen una vitalidad cultural infinita.
